Café Scientifique Guadalajara

Sunday, November 07, 2004

Del corazón y partículas elementales


La ciencia da gusto; gusto y una razón para viajar, pensar y compartir experiencias. Gracias al carácter de intercambio académico que se da en ésta área del conocimiento –de las humanidades, dirían algunos; ciencias duras, otros–, tuve la oportunidad de pasar un verano de investigación científica en el Cinvestav (Centro de investigación y estudios avanzados) de Mérida, Yucatán. Este tipo de intercambios permiten a los estudiantes –de matemáticas, en mi caso–, trabajar con algún científico mexicano –miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) o la Academia Mexicana de Ciencias (AMC)–, según su área de interés. Yo me fui por las biomatemáticas: variaciones del ritmo cardiaco, en específico.
Uno de los requisitos para obtener esta beca, era obtener una carta de aceptación del investigador. Escribí un correo electrónico a Guillermo Contreras, Doctor en física experimental de altas energías por la Universidad de Dormund, Alemania, mostrando mi interés por trabajar con él durante el verano. Me respondió con una clara aceptación, contento de que un matemático se interesara por este tipo de problemas –trabajaría en equipo junto a otros estudiantes de física–, y además me comentó que él también era tapatío y que sus padres todavía vivían en Guadalajara, y que él mismo había vivido en la ciudad por varios años. Así que un tapatío, viviendo en Mérida, con estudios en Alemania y, según supe después, casado con una mujer de República Checa.

Llegué a Mérida el 10 de julio por la noche. Justo al salir del aeropuerto caí en la cuenta del clima tropical: 32 grados centígrados, la mínima. Dormí arrullado por el matraqueo del aire acondicionado. Al día siguiente, fui al Cinvestav a conocer a Guillermo y comenzar a trabajar. Cuál fue mi sorpresa cuando, al entrar a su oficina, veo que vamos vestidos casi igual: de sandalias, bermudas caqui, camisa azul claro tipo polo. En cuanto a su edad, no mucho más viejo que yo, acaso de unos 35. Me platicó sobre el descubrimiento en la ciencia, de cómo uno busca sin estar muy seguro de lo que va a encontrar: hay que dejarse llevar por donde uno sienta propicio, estudiando y pensando a fondo los problemas. Me dio una serie de artículos a leer, luego bosquejó grosso modo el plan de trabajo para el verano. Analizaríamos un artículo de Nature, donde planteaban cómo las personas sanas del corazón, caen dentro de una misma distribución de probabilidad, mientras que los enfermos –de apnea, en este caso–, no lo hacían. Después de la interpretación, el reto sería tratar de encontrar las similitudes en el comportamiento de otros sucesos en la naturaleza: el mercado de valores, el ritmo cardiaco, ciertas partículas de altas energías, parecían comportarse de manera parecida.
Cada charla con Guillermo era una delicia: detrás de su sonrisa sincera, se apreciaba el conocimiento y el gusto por la ciencia. Recientemente, había participado en el descubrimiento de una nueva partícula en el universo: el pentaquark con encanto. Participaron unos 350 científicos de todo el mundo, trabajando en un acelerador de partículas de 7 kilómetros de largo, en Hamburgo, Alemania. Científicos de todas las áreas: físicos, matemáticos, ingenieros, expertos en computación. El experimento suena relativamente fácil: mandar un fotón a dar vueltas hasta que alcance una velocidad elevadísima para después estrellarlo y partirlo en pedazos, a ver qué sale. Y, entre esos fragmentos, se encontró esta forma aún desconocida de la materia.

Guillermo es uno de los mayores y mejores científicos de México. Sus áreas de investigación son la física de altas energías (estructura interna del protón, futuros aceleradores, plasma de quarks y gluones) y la física aplicada a la medicina (variación del ritmo cardiaco, velocidad de sedimentación de la sangre, caracterización del temblor de Parkinson). Ha escrito 116 artículos de arbitraje –de reconocimiento por la comunidad científica internacional–, y ha sido citado más de 6000 veces, además de conferencias, cursos y tesis dirigidas. Además, Guillermo es un excelente divulgador de la ciencia, como lo demostró el 7 de septiembre, al inaugurar el Café Scientifique Guadalajara, sitio para pensar y platicar, con su charla-foro sobre el descubrimiento del pentaquark. La ciencia da gusto, de veras…
Sobre Guillermo Contreras:
http://www.mda.cinvestav.mx/personal/gcontreras.htm
Sobre el pentaquark:
http://www.desy.de/pr-info/desyhome/html/presse/fotos.en.html
http://particleadventure.org/particleadventure/
Sobre Café Scientifique GDL:
http://cafecientifico.blogspot.com
Omar Rojas
orojas@universo.com

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